Lo mejor de esta pastelería es que uno no puede dejar de sonreir cuando está ahí adentro. Apenas se abre la puerta, unas simpáticas señoras le sonríen contagiosamente desde el mostrador, esperando ayudarlo con su pedido. Hay tortas, tartas y panes por todo el salón, y en el centro, una gran mesa con chocolates de exquisita apariencia, junto a otros dulces delicadamente decorados. Para quien está alojado en la casa de alguien local durante su visita a Mendoza, estos dulces son una buena forma de mostrar su gratitud. Si no está buscando regalos ni algo para llevar a un evento, dése un gusto y compre simplemente una factura, que encontrará en los más variados y deliciosos sabores.
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría
No hay anuncios en esta categoría